Tu aventura por Marruecos empieza en Marrakech, la ciudad roja y uno de los destinos más vibrantes del país. Nada más aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Marrakech-Menara, nuestro equipo estará esperándote para darte la bienvenida y trasladarte al alojamiento.

Por la tarde, comenzamos con una visita guiada por Marrakech, para descubrir sus rincones más emblemáticos. Pasearemos por la famosa Plaza Jemaa el-Fna, un lugar que de día es un mercado lleno de jugos naturales, puestos de comida y encantadores de serpientes, y de noche se transforma en un auténtico espectáculo de música, luces y aromas.

Recorreremos los zocos repletos de artesanías, especias y lámparas típicas; visitaremos la mezquita Koutoubia, símbolo de la ciudad; y nos adentraremos en los Jardines de la Menara, un remanso de paz con vistas a las montañas del Atlas. También conoceremos el Palacio Bahía, una joya de la arquitectura marroquí del siglo XIX.

Esta primera jornada es perfecta para sumergirte en el ambiente marroquí, probar un buen té a la menta y empezar a sentir el calor de su gente. Noche en Marrakech.

Hoy dejamos atrás el bullicio de Marrakech para poner rumbo a Essaouira, una joya costera del Atlántico que enamora a todos los que la visitan. El viaje nos lleva a través de campos de argán, donde veremos las famosas cabras trepando a los árboles para alimentarse de sus frutos.

Essaouira, también conocida como Mogador, es una ciudad tranquila, con murallas históricas que miran al mar y un puerto pesquero lleno de vida. Su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es perfecta para pasear sin prisas, descubriendo tiendas de artesanía, galerías de arte y restaurantes donde probar el pescado más fresco de Marruecos. Además, su amplia playa es ideal para dar un paseo o, si te animas, practicar deportes como el kitesurf o el windsurf gracias a su famoso viento alisios.

Salimos temprano de Essaouira rumbo a Casablanca, pero no sin antes hacer paradas que valen la pena. La primera es Safi, conocida por su tradición ceramista. Aquí podremos visitar talleres de alfarería y ver cómo los artesanos moldean y pintan a mano cada pieza.

Seguimos hacia El Jadida, una ciudad con un encanto único gracias a su herencia portuguesa. Su fortaleza, sus murallas y la famosa cisterna portuguesa son un viaje al pasado. Es un lugar ideal para hacer fotos y empaparse de historia.

Llegamos por la tarde a Casablanca, la ciudad más cosmopolita de Marruecos. Aquí te impresionará la Gran Mezquita Hassan II, una de las más grandes y bellas del mundo, construida prácticamente sobre el mar. Por la noche, puedes dar un paseo por la Corniche, disfrutar de la brisa marina y ver cómo la ciudad cobra vida con sus cafés y restaurantes.

Después de desayunar, dejamos Casablanca para visitar Rabat, la capital del país. Esta ciudad combina a la perfección lo moderno con lo histórico. Pasearemos por la Torre Hassan, un minarete inacabado pero imponente, y por el Mausoleo de Mohamed V, un lugar lleno de belleza y respeto. También exploraremos la Kasbah de los Udayas, con sus calles blancas y azules que recuerdan a un pequeño pueblo mediterráneo.

Tras la visita, continuamos hacia Chefchaouen, la famosa ciudad azul de Marruecos, escondida en las montañas del Rif. Este lugar es un paraíso para los fotógrafos: cada rincón, cada puerta y cada escalera pintada de azul parece sacada de un cuento. La tarde la dedicaremos a pasear por su medina, probar dulces típicos y disfrutar de la tranquilidad de sus plazas.

Después de desayunar en Chefchaouen, dedicamos la mañana a pasear tranquilamente por sus calles azules. Es el momento ideal para sacar fotos, comprar artesanía local o simplemente dejarse llevar por el ambiente relajado del pueblo. Cada rincón parece sacado de una postal, y caminar por sus callejuelas te hace sentir en otro mundo.

A media mañana, salimos hacia Fez, cruzando paisajes montañosos, pequeños pueblos y valles fértiles. El viaje es tranquilo, con paradas para disfrutar del entorno. Llegamos a Fez por la tarde, donde nos alojamos en un riad tradicional dentro de la antigua medina. Puedes aprovechar el resto del día para descansar o dar un primer paseo por los alrededores. Fez te espera con una energía muy diferente: auténtica, histórica y llena de vida.

Hoy dedicamos la mañana a explorar Fez, la joya cultural de Marruecos y un auténtico viaje al pasado. Con la ayuda de un guía local, recorreremos la medina de Fez el-Bali, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con más de 9.000 callejones donde el tiempo parece haberse detenido. Pasearemos por la madrasa Bou Inania, la plaza Seffarine con sus caldereros trabajando el cobre, y las míticas curtidurías de Chouara, donde el cuero se tiñe de forma artesanal como hace siglos.

También descubriremos la mezquita y universidad de Al Qarawiyyin, considerada la más antigua del mundo aún en funcionamiento, y los zocos repletos de especias, telas y artesanías únicas.

Después de comer, salimos hacia Boulaajoul, un pequeño pueblo en el Medio Atlas, rodeado de paisajes montañosos y aire puro. Aquí disfrutaremos de un ambiente rural, lejos del bullicio, ideal para descansar y conectar con la naturaleza marroquí.

Por la mañana emprendemos camino hacia el desierto del Sahara, pero antes atravesaremos paisajes que te dejarán sin palabras. El Valle del Ziz nos recibirá con su impresionante palmeral, uno de los más grandes de Marruecos, salpicado de kasbahs antiguas y pueblos bereberes.

Llegaremos por la tarde a Merzouga, la puerta de entrada a las majestuosas dunas de Erg Chebbi. Aquí cambiaremos el coche por los dromedarios para hacer una caravana al atardecer. La luz dorada iluminando las dunas es un espectáculo que no se olvida jamás.

La noche la pasaremos en un campamento en pleno desierto, bajo un cielo estrellado como pocas veces habrás visto. Cena tradicional bereber, música de tambores junto al fuego y la paz absoluta del Sahara harán que este sea uno de los días más mágicos del viaje.

Despertar en el desierto es una experiencia que no se puede describir… hay que vivirla. Tras ver el amanecer sobre las dunas, desayunamos y comenzamos una jornada para descubrir la vida auténtica del Sahara.

Visitaremos a familias nómadas, que nos abrirán las puertas de sus haimas para mostrarnos cómo viven en uno de los entornos más duros del planeta. Conoceremos sus costumbres, su hospitalidad y su relación con la naturaleza.

Después nos dirigiremos a Khamlia, un pequeño pueblo conocido por su música gnawa, con raíces africanas y un ritmo que te atrapa. Aquí nos recibirán con té a la menta y nos regalarán un concierto que transmite toda la historia y el alma del desierto.

El resto de la tarde será libre para relajarte o explorar más la zona de Merzouga antes de dormir en tu alojamiento.

Hoy salimos de Merzouga para adentrarnos en una de las rutas más impresionantes y menos turísticas del sur de Marruecos: la pista de Ouzina. Esta travesía por pistas de arena y paisajes áridos nos hará sentir como auténticos aventureros.

Pararemos en Ouzina, un remoto pueblo bereber rodeado de montañas y pequeñas dunas, donde el silencio y la calma son totales. Aquí podremos conocer otra faceta del Sahara, más salvaje y auténtica, lejos de las zonas más concurridas.

Seguimos la ruta hasta llegar a Zagora, famosa por su cartel “Tombuctú 52 días” que recuerda las antiguas rutas caravaneras que unían Marruecos con Mali. Zagora es un oasis lleno de palmeras, perfecto para descansar después de un día de aventura.

Tras el desayuno, dejamos atrás Zagora y nos adentramos en el Valle del Draa, conocido por su interminable palmeral y sus antiguas kasbahs que se levantan como guardianas del desierto. Este valle es uno de los más bellos de Marruecos y un lugar ideal para entender la importancia de las rutas caravaneras que durante siglos unieron el Sahara con el norte del país.

Seguimos la ruta atravesando montañas y desfiladeros hasta llegar al Valle del Dades, famoso por sus paisajes de formaciones rocosas únicas y gargantas espectaculares. Pararemos en miradores para disfrutar de las vistas y tomar fotos de este entorno que parece sacado de otro mundo. Cena y noche en un alojamiento con encanto en el valle.

Hoy recorreremos la carretera conocida como la Ruta de las Mil Kasbahs, salpicada de fortalezas de barro que cuentan historias de siglos pasados. Nuestra parada estrella será en Ait Ben Haddou, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y escenario de películas como Gladiator, Juego de Tronos o La Momia.

Caminaremos por sus callejuelas hasta lo más alto para disfrutar de unas vistas impresionantes. Después cruzaremos el Alto Atlas por el paso de Tizi n’Tichka (2.260 m), con paradas en miradores para admirar el paisaje. Llegada a Marrakech por la tarde y tiempo libre para seguir explorando la ciudad a tu ritmo.

Desde Marrakech haremos una escapada de día completo a las Cascadas de Ouzoud, las más altas y espectaculares de Marruecos, con 110 metros de caída. Durante el camino, atravesaremos pueblos bereberes y campos de olivos.

Al llegar, podrás hacer una caminata por los senderos que rodean las cascadas, observar a los simpáticos monos de Berbería y, si el tiempo lo permite, darte un chapuzón en sus aguas. También tendrás la oportunidad de almorzar en un restaurante con vistas directas a este impresionante espectáculo natural. Regreso a Marrakech al final de la tarde

Después del desayuno, dependiendo de la hora del vuelo, tendrás tiempo libre para dar un último paseo por los zocos o tomar un café en alguna terraza con vistas a la medina. Traslado al Aeropuerto de Marrakech-Menara para tomar tu vuelo de regreso. Fin de nuestros servicios y… ¡hasta la próxima aventura!