¡Bienvenido a Fez! En cuanto aterrices, nuestro equipo estará esperándote para darte la primera bienvenida marroquí y llevarte directamente hasta tu alojamiento en la medina o cerca del centro.
El resto del día puedes usarlo para descansar del viaje, tomar un té a la menta tranquilamente en una terraza o dar un pequeño paseo por los alrededores. Si te apetece una primera toma de contacto, la plaza Batha o las callejuelas cercanas ya te dan un buen sabor de lo que vendrá.

Hoy toca sumergirse en el corazón de una de las ciudades más auténticas de Marruecos. Por la mañana, un guía local te llevará por la impresionante medina de Fez, considerada la más grande del mundo sin tráfico rodado. Descubrirás talleres de artesanos, madrassas antiguas, la curtiduría de Chouara y callejones llenos de vida y tradición.

Es una experiencia intensa y fascinante, donde cada rincón tiene historia. Comerás algo ligero antes de salir rumbo a las montañas del Rif, con destino a Chefchaouen, el famoso pueblo azul. El viaje es de unas 3 a 4 horas, con paisajes montañosos que ya empiezan a relajarte. Llegarás al atardecer, justo para contemplar las primeras calles teñidas de azul bajo la luz suave del final del día.

Por la mañana, tendrás tiempo para perderte (literalmente) por las callejuelas azules de Chefchaouen. Este lugar es mágico: macetas de colores, puertas talladas, gatos dormidos al sol y vistas impresionantes desde lo alto de la medina. Si te apetece, puedes subir hasta la mezquita española o relajarte junto al río Ras el-Maa.

Después del almuerzo, saldremos en dirección a la costa norte. Haremos una breve parada en Tánger, una ciudad cosmopolita que combina ambiente internacional y espíritu marroquí. Podrás ver el paseo marítimo, el puerto y quizás tomar algo en uno de sus cafés con vistas al mar.

Seguimos camino hacia Asilah, una joya junto al Atlántico. Llegarás a tiempo de dar un paseo por su medina blanca decorada con murales artísticos y de cenar con la brisa marina acompañándote.

Después del desayuno, emprenderemos la ruta hacia el sur. La primera parada será en Rabat, capital administrativa del país, donde podrás ver la Torre Hassan y el Mausoleo de Mohammed V, dos iconos que combinan historia y elegancia.

Seguimos hacia Casablanca, donde pasaremos por la imponente Mezquita de Hassan II, la más grande de Marruecos y una de las pocas que permiten la entrada a no musulmanes. Su ubicación junto al mar es simplemente espectacular.

Tras un breve descanso para comer, ponemos rumbo a Marrakech cruzando parte del interior del país. Llegaremos por la tarde, justo para acomodarte en tu riad y empezar a sentir el ambiente único de esta vibrante ciudad.

Hoy toca descubrir la ciudad roja en profundidad. Por la mañana te espera un guía local para recorrer la medina de Marrakech, un laberinto fascinante lleno de historia, colores y aromas.
Visitarás lugares emblemáticos como la Plaza Jemaa el-Fna, el Palacio Bahía, las Tumbas Saadíes, la Koutoubia y la madraza Ben Youssef, entre otros rincones que guardan siglos de vida y cultura.

Durante el recorrido verás cómo la tradición y la vida cotidiana conviven entre callejones estrechos, mercados de especias, talleres de artesanos y zocos llenos de vida. Por la tarde puedes relajarte en una terraza con vistas a la plaza o perderte un rato por los bazares. Marrakech siempre tiene algo nuevo que ofrecer.

Hoy hacemos una escapada hacia la costa atlántica. Después del desayuno salimos rumbo a Essaouira, la perla del Atlántico. Es una ciudad portuaria encantadora, conocida por su ambiente relajado, su medina amurallada y sus callejuelas de aire bohemio.

Al llegar, podrás recorrer el puerto con sus barcas azules, visitar la antigua fortaleza portuguesa, y pasear por su medina, donde se respira arte en cada rincón. Si te apetece, también puedes disfrutar de la playa o degustar pescado fresco en alguno de los restaurantes del puerto.

Por la tarde regresamos a Marrakech con el alma renovada por la brisa del mar y la belleza tranquila de Essaouira.

Empezamos la aventura hacia el sur. A primera hora salimos en dirección al Alto Atlas, cruzando el mítico puerto de Tizi N’Tichka, a más de 2.200 metros de altitud. Durante el trayecto, haremos paradas para disfrutar de las vistas panorámicas y de los pueblos bereberes incrustados en las montañas.

La primera gran parada es en la kasbah de Ait Ben Haddou, uno de los lugares más espectaculares del país. Esta fortaleza de adobe, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha sido escenario de muchas películas como Gladiator o Juego de Tronos.

Seguimos hacia Ouarzazate, también conocida como la “puerta del desierto”, donde podrás ver los famosos estudios de cine y la kasbah de Taourirt. Por la tarde llegamos al Valle del Dades, donde te esperan formaciones rocosas increíbles y paisajes de película. Ideal para terminar el día rodeado de naturaleza.

Tras el desayuno, nos dirigimos hacia uno de los tesoros naturales del sur: las Gargantas del Todra. Allí verás paredes de roca que se alzan hasta 300 metros y un río que las atraviesa serpenteando. Es un lugar ideal para fotos y para disfrutar de un entorno de montaña único.

Después seguimos nuestra ruta hasta Merzouga, a las puertas del desierto del Sahara. Antes del atardecer, cambiarás el coche por un dromedario (si lo deseas) para adentrarte en las dunas del Erg Chebbi. La experiencia de caminar sobre la arena dorada y ver cómo el sol se esconde detrás de las dunas es algo que no se olvida.

La noche será mágica, durmiendo en una jaima tradicional en mitad del desierto, bajo un cielo estrellado y con música bereber alrededor del fuego.

Hoy nos levantamos con el sol para seguir descubriendo los secretos del desierto. Después de desayunar, empieza una ruta en 4×4 por los alrededores de las dunas del Erg Chebbi. Durante el recorrido, pasaremos por paisajes lunares, pistas antiguas del rally París-Dakar y asentamientos tradicionales.

Visitaremos a familias nómadas que viven en el desierto, lejos del ruido y del ritmo moderno. Compartiremos un té y conoceremos su forma de vida, sencilla pero profundamente conectada con la tierra y las tradiciones. Es una experiencia que abre los ojos y el corazón.

Después, llegamos al pueblo de Khamlia, famoso por su música Gnawa. Aquí, los descendientes de esclavos procedentes de África del Oeste mantienen viva esta tradición con ritmos hipnóticos. Disfrutarás de un pequeño concierto y, si te animas, incluso podrás acompañarlos con palmas.

Hoy dejamos atrás las dunas, pero seguimos con paisajes impresionantes. Nuestra primera parada es en el mercado tradicional de Rissani, uno de los más auténticos del sur de Marruecos. Aquí verás burros como medio de transporte, especias, tejidos, cerámica, y todo tipo de productos locales. Es como un viaje en el tiempo.

Seguimos la ruta atravesando el valle del Ziz, un increíble oasis repleto de palmeras que serpentea entre montañas y pueblos bereberes. A medida que avanzamos, el paisaje se vuelve más verde y montañoso.

Por la tarde llegamos a Zaida, un pequeño pueblo de paso donde pasaremos la noche. Aquí podrás descansar y probar una deliciosa tajine o el famoso mechoui de la zona, en un ambiente tranquilo y local.

Salimos por la mañana hacia el norte, cruzando las montañas del Medio Atlas. Hacemos una parada especial en el bosque de cedros de Azrou, donde, si tenemos suerte, veremos a los simpáticos monos de Berbería jugando entre los árboles.

También cruzamos por Ifrane, conocida como “la Suiza marroquí” por su arquitectura europea, su limpieza y sus parques bien cuidados. Es una ciudad sorprendente en mitad de Marruecos.

A última hora de la tarde llegamos a Fez, una de las ciudades más antiguas y culturales del país. Nos instalamos y nos preparamos para la despedida al día siguiente.

Hoy toca despedirse de Marruecos, pero lo haces con el corazón lleno de experiencias, paisajes inolvidables y personas que dejan huella.

Según la hora de tu vuelo, tendrás algo de tiempo libre para tomar un té, comprar algún recuerdo. Después, traslado al aeropuerto de Fez y finalmente fin de nuestros servicios.