Tu aventura por Marruecos en 7 días empieza en Marrakech, una de las ciudades más vibrantes y cautivadoras del país. Tras recogerte en el aeropuerto, nos dirigiremos a tu riad u hotel en plena Medina para dejar el equipaje y comenzar una visita guiada.
Recorreremos la famosa Plaza Jemaa el-Fna, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, donde malabaristas, cuentacuentos, músicos y vendedores crean un espectáculo vivo. Pasearemos por los zocos de Marrakech, un laberinto de callejuelas repleto de artesanía, especias, lámparas de cobre, alfombras bereberes y jabones naturales.
También visitaremos monumentos icónicos como la Mezquita Koutoubia, con su imponente minarete del siglo XII, y el Palacio de la Bahía, joya de la arquitectura marroquí con patios llenos de mosaicos y jardines. Si el tiempo lo permite, nos adentraremos en el Jardín Majorelle, un oasis azul creado por Jacques Majorelle y restaurado por Yves Saint Laurent.
Será un primer día perfecto para empaparte de la energía, los aromas y la cultura de Marruecos.

Después del desayuno, nos ponemos en marcha hacia el Alto Atlas, atravesando el impresionante puerto de montaña Tizi n’Tichka (2.260 m de altitud), donde las vistas panorámicas de montañas, valles y pueblos bereberes son de postal.
Nuestra primera gran parada será el Ksar de Ait Ben Haddou, un pueblo fortificado de adobe declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus murallas y torres han sido escenario de películas como Gladiator, Lawrence de Arabia o Juego de Tronos. Caminaremos por sus callejones empedrados y disfrutaremos de las mejores vistas desde la parte alta.
Seguiremos la Ruta de las Mil Kasbahs, atravesando el Valle de las Rosas, famoso por sus plantaciones que florecen en primavera y su aceite de rosa artesanal. Al atardecer llegaremos al Valle del Dades, rodeado de formaciones rocosas únicas como los “Dedos de los Monos” y gargantas profundas que invitan a la fotografía. Dormiremos en un riad tradicional con vistas al valle.

Por la mañana nos adentramos en las Gargantas del Todra, un cañón espectacular con paredes de hasta 300 metros de altura. Aquí podrás caminar junto al río y sentir la inmensidad de estas formaciones naturales que son un paraíso para escaladores.
La ruta continúa hacia el sur, atravesando palmerales y pueblos tradicionales hasta llegar a Erfoud, famosa por sus fósiles y mercado de dátiles. Desde aquí nos dirigimos a Merzouga, la puerta del desierto del Erg Chebbi, hogar de las dunas más altas de Marruecos.
Cambiaremos el coche por un camello para adentrarnos en las dunas y disfrutar de un paseo al atardecer, viendo cómo la luz tiñe de dorado el horizonte. La noche será mágica en un campamento bereber, donde cenaremos bajo las estrellas y escucharemos música tradicional alrededor de una hoguera.

Despertaremos temprano para vivir uno de los momentos más inolvidables del viaje: el amanecer en el desierto del Sahara. Después del desayuno, recorreremos en 4×4 las pistas que rodean el Erg Chebbi, visitando familias nómadas que mantienen un estilo de vida ancestral en plena inmensidad del desierto.
Pasaremos por antiguos asentamientos, minas abandonadas y oasis escondidos hasta llegar al pueblo de Khamlia, habitado por descendientes de esclavos provenientes del África subsahariana. Aquí nos recibirán con el famoso té a la menta y nos deleitarán con su música Gnawa, Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.
Será un día para conectar con la cultura local, descubrir la hospitalidad bereber y sentir la tranquilidad del Sahara antes de regresar a nuestro alojamiento en Merzouga.

Hoy nos despedimos del desierto, pero el camino que tenemos por delante es una auténtica joya. Salimos de Merzouga atravesando el impresionante Valle del Ziz, un corredor natural repleto de palmerales infinitos y pequeños pueblos de adobe. Este valle es una de las mayores fuentes de dátiles del país, y no podrás evitar parar para hacer fotos o simplemente quedarte mirando el paisaje.
Seguimos hacia el norte y poco a poco el paisaje cambia: dejamos atrás el color dorado del Sahara para adentrarnos en las montañas del Medio Atlas. Pararemos en Midelt, famosa por sus manzanas, para un descanso y algo de comer.
Más adelante nos espera el Bosque de Cedros de Azrou, hogar de los famosos monos de Berbería. Aquí podremos verlos en libertad, jugando y saltando entre los árboles. Este lugar es un respiro verde que contrasta con lo que hemos visto los días anteriores.
Al final de la tarde llegaremos a Fez, una de las ciudades más antiguas y fascinantes de Marruecos, donde nos instalaremos en un riad tradicional en plena Medina.

Hoy dedicamos el día a conocer Fez, considerada la capital espiritual y cultural de Marruecos. De la mano de un guía local, nos perderemos por la Medina de Fez el-Bali, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y famosa por ser uno de los mayores laberintos urbanos del mundo.
Recorreremos sus zocos, llenos de artesanía, cerámica esmaltada y marroquinería hecha a mano. También visitaremos la Madraza Bou Inania, una antigua escuela coránica con una arquitectura increíble, y la famosa curtiduría Chouara, donde todavía se tiñen las pieles de forma artesanal, como hace siglos.
No faltará una parada en el Palacio Real (desde fuera) y en el barrio judío, para conocer otra cara de la ciudad. Este recorrido es como viajar en el tiempo, con callejuelas estrechas, aromas de especias, sonidos de martillos de los artesanos y un ambiente que no encontrarás en ninguna otra parte.

En función del horario de tu vuelo, dispondrás de tiempo libre para hacer tus últimas compras, dar un paseo tranquilo o simplemente disfrutar del ambiente de la ciudad.
A la hora indicada, te recogeremos para llevarte al aeropuerto de Fez, dando por finalizado este viaje lleno de contrastes, descubrimientos y momentos inolvidables.