¡Bienvenid@ a Marruecos! Cuando llegues al aeropuerto de Fez, te estará esperando nuestro conductor para llevarte directamente a tu alojamiento, normalmente un riadh acogedor en pleno corazón de la medina. Según tu hora de llegada puedes descansar o salir a dar un primer paseo por los alrededores y empezar a empaparte de la atmósfera mágica de Fez.

Hoy vamos a descubrir a fondo Fez, una de las ciudades más antiguas y auténticas de Marruecos. Junto a un guía local, recorreremos su impresionante medina, declarada Patrimonio de la Humanidad, con sus calles estrechas llenas de tiendas, talleres y mercados.

Visitaremos la curtiduría de Chouara, donde todavía hoy se curten pieles de forma tradicional; las madrazas más importantes, como Bou Inania y Al Attarine, la mezquita Karaouine (vista exterior), y puertas icónicas como Bab Bou Jeloud. Durante el recorrido nos perderemos en los zocos llenos de alfombras, lámparas, cuero y especias, viviendo una experiencia que estimula todos los sentidos.

Después del almuerzo, podemos subir a un mirador para contemplar toda la medina desde lo alto, con vistas panorámicas increíbles. Por la tarde puedes seguir explorando a tu aire o simplemente descansar tomando un té a la menta en la terraza de tu riadh.

Tras desayunar salimos en dirección a Meknes, una de las ciudades imperiales más encantadoras pero menos turísticas, lo que le da un ambiente especial. Paseamos por sus murallas, la majestuosa puerta Bab Mansour y visitamos la plaza El Hedim, siempre llena de vida.

Después seguimos hacia Volubilis, la ciudad romana mejor conservada de Marruecos, donde caminaremos entre columnas, mosaicos y ruinas que nos transportan a otra época. Es una parada ideal para sacar fotos espectaculares.

Continuamos rumbo al norte y, entre montañas, llegamos a Chefchaouen, el famoso “pueblo azul”. Aquí el ambiente se relaja y puedes pasear por sus callejuelas pintadas de azul, sus plazas y rincones llenos de encanto. Noche en un bonito alojamiento tradicional en el corazón del pueblo.

Hoy tienes todo el día libre para disfrutar a tu ritmo de Chefchaouen. Por la mañana puedes recorrer el casco antiguo sin prisas, sentarte en una terraza a probar un delicioso zumo de naranja natural y explorar talleres de artesanía local.

Si te apetece naturaleza, puedes hacer una caminata corta hasta el manantial de Ras El Ma, a las afueras del pueblo, donde los locales lavan alfombras y ropa en un entorno precioso. También es buen momento para fotografiar cada rincón pintado de azul.

Por la tarde puedes simplemente perderte por los callejones, relajarte viendo la puesta de sol desde la Mezquita Española, que ofrece vistas impresionantes, y dejarte seducir por el ritmo tranquilo de esta joya del norte de Marruecos.

Después del desayuno, nos despedimos de Chefchaouen y ponemos rumbo hacia Tetuán, otra ciudad del norte con una medina declarada Patrimonio de la Humanidad y de fuerte influencia andaluza. Pasearemos por sus calles blancas y descubriremos su historia única.

Continuamos hacia Tánger, la puerta de Marruecos al mundo europeo. Visitaremos su medina, el zoco, el Gran Zoco, la Kasbah y recorreremos el paseo marítimo, donde se siente la mezcla de culturas que caracteriza a esta ciudad.

Por la tarde puedes explorar a tu aire: desde las Cuevas de Hércules (si te apetece una excursión) hasta relajarte tomando un té en la terraza de un café con vistas al Estrecho de Gibraltar. Noche en un hotel o riadh con encanto en el centro de Tánger.

Hoy dejamos atrás Tánger para recorrer la costa atlántica. Primera parada en Asilah, una pequeña joya marinera que enamora con su medina encalada de blanco y azul, murales artísticos y un paseo marítimo perfecto para caminar tranquilo. Aquí puedes pasear, sacar fotos y respirar ese aire costero tan agradable.

Seguimos hacia Rabat, la capital de Marruecos. Visitaremos lo más destacado: la Torre Hassan, el Mausoleo de Mohamed V, y pasearemos por la Kasbah de los Oudayas, un rincón encantador junto al mar. Después de empaparnos de la elegancia de Rabat, continuamos el camino a Casablanca, donde pasaremos la noche. Esta ciudad moderna y vibrante nos espera al día siguiente para seguir descubriendo más.

Después del desayuno aprovechamos para visitar la famosa Mezquita Hassan II, uno de los templos más grandes y bonitos del mundo musulmán, con vistas espectaculares al Atlántico.

Tras la visita, salimos rumbo al sur, bordeando la costa: primera parada en El Jadida, antigua ciudad portuguesa, donde podrás recorrer la Cisterna Portuguesa, un lugar cargado de historia. Luego seguimos hacia Asfi (Safí), conocida por su tradición alfarera: si te gusta la cerámica, aquí verás auténticas maravillas.

La jornada termina en Essaouira, la llamada “Perla del Atlántico”, donde pasaremos la noche en un riad encantador dentro de su medina amurallada.

Día completo para disfrutar de Essaouira a tu aire y sin prisas. Esta ciudad tiene un ambiente relajado, bohemio y artístico. Puedes caminar por su medina declarada Patrimonio de la Humanidad, recorrer el puerto pesquero y ver cómo llegan las barcas llenas de pescado fresco.

Por la mañana puedes visitar sus galerías de arte, tiendas de artesanía y perderte en sus calles estrechas llenas de encanto. Al mediodía nada mejor que un almuerzo a base de pescado fresco en uno de los puestos del puerto. Por la tarde, si el viento acompaña, puedes incluso probar el kitesurf o simplemente pasear por la playa viendo cómo los locales disfrutan de su día.

Essaouira es perfecta para tomárselo con calma y vivir la esencia más relajada de Marruecos.

Hoy dejamos la costa y ponemos rumbo a Marrakech, conocida como “la ciudad roja”. Llegaremos a mediodía y, tras instalarnos en el alojamiento, tendrás la tarde libre para empezar a explorar el corazón de la ciudad: la Plaza Jemaa el-Fna.

Este lugar es pura vida: músicos, narradores de cuentos, puestos de zumo de naranja y comida callejera, encantadores de serpientes… Un verdadero espectáculo cultural donde te sentirás en medio de la magia marroquí. Puedes aprovechar también para recorrer los zocos y empaparte del ambiente auténtico de Marrakech al atardecer.

Hoy toca descubrir Marrakech en profundidad. Comenzamos con un guía local que nos llevará por los rincones imprescindibles: la Mezquita Koutoubia (vista exterior), las Tumbas Saadíes, el Palacio de la Bahía y los vibrantes zocos, donde se mezclan colores, aromas y sonidos.

Después de la visita cultural, podemos ir al Jardín Majorelle, un oasis de calma diseñado con mucho mimo y color. Este jardín fue la casa de Yves Saint Laurent y es uno de los lugares más bonitos y tranquilos de la ciudad.

Por la tarde tendrás tiempo libre para seguir explorando Marrakech a tu ritmo o para relajarte en un tradicional hammam si quieres darte un homenaje antes de continuar la ruta.

Hoy dejamos atrás Marrakech y nos lanzamos a la aventura por la famosa “Ruta de las mil kasbahs”. Cruzamos el Alto Atlas por el paso de Tizi n’Tichka, disfrutando de paisajes de montaña espectaculares.

Primera parada: Ait Ben Haddou, la kasbah más famosa de Marruecos y Patrimonio de la Humanidad. Es como viajar en el tiempo: calles empedradas, casas de adobe y vistas de película (literalmente, aquí rodaron Gladiator y Juego de Tronos).

Seguimos hasta Ouarzazate, también conocida como “la puerta del desierto”, donde podemos visitar si queremos los estudios de cine. Más tarde atravesamos el oasis de Skoura, un lugar lleno de palmerales y antiguas kasbahs. Finalmente, llegamos al Valle del Dades, rodeado de montañas y paisajes únicos. Perfecto para descansar y saborear la tranquilidad del sur.

Después de desayunar con vistas increíbles al valle, arrancamos hacia las impresionantes Gargantas del Todra, un cañón natural con paredes de más de 300 metros de altura que te dejará con la boca abierta.

Seguimos la ruta atravesando pueblos bereberes hasta llegar a las majestuosas dunas de Erg Chebbi, en Merzouga, en pleno corazón del desierto del Sahara. Aquí cambiamos el vehículo por un dromedario para adentrarnos en el mar de dunas y llegar a nuestro campamento bereber.

La puesta de sol desde las dunas es mágica, pura conexión con la naturaleza. Y la noche, bajo un cielo lleno de estrellas, es de esas experiencias que no se olvidan: cena tradicional, música bereber alrededor del fuego y el silencio infinito del desierto.

Hoy nos levantamos temprano para ver cómo el sol tiñe de naranja las dunas: un espectáculo inolvidable. Después del desayuno empieza nuestra aventura en 4×4 por los alrededores del desierto.

Visitamos a familias nómadas que siguen viviendo como antaño, en haimas y cuidando su ganado en medio de la nada. Conocemos de primera mano sus costumbres y su hospitalidad. También pasamos por pequeños pueblos bereberes y oasis escondidos, con tiempo para parar y sacar fotos.

Por la tarde regresamos al campamento o riad en Merzouga para descansar y disfrutar de la tranquilidad que solo se siente aquí.

Nos despedimos del desierto con pena pero sabiendo que lo vivido quedará para siempre. Salimos hacia Rissani, donde haremos una parada para conocer su famoso mercado tradicional. Es un lugar lleno de vida, de colores y aromas auténticos de Marruecos.

La ruta continúa por el Valle de Ziz, un oasis interminable de palmeras que serpentea entre montañas y pueblos. Aquí haremos varias paradas para admirar el paisaje y sacar fotos increíbles.

Acabamos el día en Boulajoul, un pueblo tranquilo donde pasaremos la noche, perfecto para relajarnos antes de volver al punto de partida.

Último día del viaje. Tras el desayuno salimos hacia el Bosque de Cedros, cerca de Azrou, donde podremos ver a los simpáticos monos del Atlas correteando entre los árboles.

Después continuamos dirección Fez atravesando paisajes montañosos y pueblos pintorescos. Llegamos a Fez con tiempo suficiente para hacer compras de última hora o simplemente relajarte antes de que te llevemos al aeropuerto.

Un final perfecto para un viaje completo de 15 días por Marruecos, lleno de emociones, paisajes increíbles y recuerdos imborrables.